Tantas horas de autoescuela, tanta práctica pa ná. Casi un tercio de los conductores dicen que no saben aparcar. Ahora nos explicamos cómo se ha desarrollado tanto la tecnología en lo que asistencia de parking se refiere. De hecho, los nuevos modelos de coche, casi aparcan solos.

La noticia es el resultado de un estudio de la compañía Direct Seguros y que se ha publicado durante estos días. Imaginamos que su interés estaría centrado en los roces y pequeñas abolladuras que pueden producirse durante las maniobras de estacionamiento.

Lo cierto es que hay datos que ponen los pelos de punta, por lo menos al que ya tiene el coche aparcado. Y es que uno de cada diez de los conductores consultado, confiesa que su sistema de aparcamiento es de oído. Por comunidades autónomas, son los valencianos los que más usan esta tecnología (un 20%) frente a los gallegos que apenas llegan a un 4%. Y por sexos, son más los hombres que lo hacen que las mujeres.

El estudio también aporta otros datos que ya todos intuíamos. Por ejemplo, que las ciudades en las que es más difícil aparcar son Madrid y Barcelona (será, imaginamos, por la cantidad que coches que tienen) y que es una mayoría los que prefieren aparcar en batería.

En concreto, el 33% de los encuestados se sienten más cómodos estacionando su vehículo en batería, frente al 29% que lo prefieren hacer en línea. Castilla y León, es la comunidad autónoma en la que más se utiliza el sistema de batería.

En cuanto a manías, un 12% de los conductores dice sentirse más a gusto realizando las maniobras de aparcamiento girando la cabeza, en lugar de utilizar para ello los espejos retrovisores.

Sea como sea tu forma de aparcar, te recordamos una serie de medidas a tener en cuenta:

Si aparcas en línea, utiliza el intermitente para avisar de la maniobra, alinea el eje trasero con la parte delantera del vehículo aparcado, gira el volante a la derecha y da marcha atrás hasta que el retrovisor izquierdo apunte al medio del vehículo trasero y, por último, gira el volante al sentido contrario y sigue retrocediendo.

Si aparcas en batería, arranca la maniobra con tu parachoques en línea con el vehículo estacionado, inicia la marcha atrás con el volante girado hacia el lado al que vas a aparcar, comprueba en el retrovisor derecho que la rueda no contacta con el faro del coche aparcado y, vigilando el espejo izquierdo, sigue marcha atrás.

Aparcar no es difícil. Hay que hacerlo despacio y mirando los retrovisores. Todo es cuestión de práctica.

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