Es un dato contrastado que la llegada del verano, con sus diversas operaciones salida, dispara el consumo del carburante para nuestros vehículos. Un gasto que se suma a los previstos en nuestro bolsillo y que, a través de unas sencillas medidas, podemos minimizar de manera notable.
Selección de gasolineras
Normalmente en nuestra zona de residencia controlamos cuáles son las estaciones de servicio que nos ofrecen el combustible más barato. Para conocer los precios en las ubicadas cerca de nuestro destino de vacaciones, puedes utilizar este mapa de gasolineras baratas que ofrece el RACE
El momento adecuado
Los precios de los combustibles fluctúan constantemente. Los momentos de mayor demanda son los que sufren los precios más altos. Por ello, es importante buscar el mejor momento para repostar. Este suele ser a principios de semana y huyendo de las operaciones salida.
Repostar correctamente
Uno de los errores que se suelen cometer al echar gasolina, es apretar el gatillo de la manguera a tope. Claro, lo hacemos porque es más rápido, pero el inconveniente que tiene es que se generan más gases y aumenta la evaporación. Por eso, es más interesante pulsarlo a media presión. Por otro lado, es conveniente girar la boquilla de la manguera cuando terminamos el llenado, con el fin de no desperdiciar el combustible que queda acumulado.
Aligerar peso (y volumen)
Si no tenemos suficiente espacio en el coche, utilizamos bacas, baúles o porta bicis. Una vez que hemos llegado a nuestro destino vacacional, lo mejor es desmontarlo para realizar los desplazamientos cercanos ahorrando gracias al menor peso y la mejor aerodinámica.
Atención a los neumáticos
Cuando les falta presión, el rozamiento de las ruedas con el suelo es mayor, lo que puede aumentar el consumo de combustible hasta un 45%. Por eso es fundamental vigilarlos, especialmente antes de comenzar el viaje.