Si no beber es el único antídoto válido para no superar el límite legal de alcohol permitido al volante, dormir es la única cura para el cansancio que puede aparecer conduciendo.
Según diferentes estudios, el cansancio está detrás del 20 por ciento de los siniestros que se producen en las carreteras. Además, la somnolencia duplica el riesgo de fallecimiento en caso de accidente. Y aunque este tipo de incidentes se da en todos los tramos de edad, incide especialmente en los hombres jóvenes de 21 a 30 años y suelen darse por salidas de la vía.
Para afrontar de manera segura los viajes es necesario descansar antes, durmiendo un mínimo de siete horas, y también durante el trayecto, realizando paradas cada dos horas.
Prevenir la fatiga evitará poner en riesgo nuestra vida y la del resto de conductores. He aquí una serie de consejos para evitarla:
- Mantén una temperatura agradable dentro del habitáculo. Entorno a 24ºC y ventilando de vez en cuando para evitar la sequedad interior.
- Mantén una buena hidratación. La falta de líquidos puede provocarte dolor de cabeza, falta de atención y cansancio muscular.
- Procura no beber ni una gota de alcohol y consulta los efectos secundarios de los medicamentos que estés tomando.
- Realiza una parada para descansar y estirar las piernas cada dos horas o 200 kilómetros aproximadamente.
- Atiende a posibles síntomas de cansancio que te puedan aparecer: parpadeo constante, cierto malestar físico, errores en la conducción…
- Ingiere algún refresco, que además de hidratarte te aportará glucosa, lo que aumentará tus niveles de atención.
Y recuerda, ahora que se acerca la primavera, que el consumo de antihistamínicos, que se usan asiduamente para combatir los síntomas de la alergia al polen, pueden producir sueño, visión borrosa, ansiedad e insomnio. Consulta los prospectos para confirmar los posibles efectos secundarios.