El invierno ha tardado en venir, pero desde su llegada hemos tenido, a lo largo de toda la península, unos cuantos episodios de nieve que han cortado carreteras y atrapado a conductores.
La aparición de nieve y hielo multiplica los riesgos en la carretera y es el origen de un gran número de accidentes. Vamos a repasar una serie de consejos que, en previsión de que el tiempo siga igual, sin duda nos vendrán muy bien.
En primer lugar, es recomendable llevar siempre durante los meses de frío un juego de cadenas para nuestros neumáticos. Tras el atrapamiento de conductores en la AP-6, se está hablando de que quizá la DGT lo convierta en una medida obligatoria.
Con el fin de poder utilizar la calefacción si nos quedamos atascados, hay que procurar circular siempre con el depósito de carburante lo más lleno posible.
La conducción debe realizarse de manera más suave e intentando evitar los volantazos. Sin cadenas o sin neumáticos de nieve, es muy habitual que derrapemos si encontramos placas de hielo.
Los frenos deben utilizarse con cuidado y nunca de manera brusca.
En caso de que te quedes atrapado en la nieve, procura iniciar la marcha de la manera más suave que puedas y siempre con la dirección recta. Olvídate de pisar a fondo el acelerador, porque en ese caso tienes todas las papeletas para que te patinen las ruedas.
Intenta llevar agua y mantas en el coche, por si las paradas se prolongan más de lo deseable. Llevar un poco de comida también te vendrá muy bien.
Circula siempre con la marcha más larga que puedas y a un bajo nivel de revoluciones procurando, además, que tu vehículo no sufra pérdidas de tracción por un exceso de fuerza.
Y, sobre todo, si hace mal tiempo, lánzate a la carretera solamente si es imprescindible.