Afortunadamente la tercera ola del Coronavirus parece que está remitiendo. No obstante, tal y como nos recuerdan las autoridades sanitarias, no debemos bajar la guardia. Y aunque Las sospechas apuntan en los últimos meses a que la transmisión posiblemente sea sólo aérea., lamentablemente todavía no hay evidencias científicas claras y medibles sino «evidencias significativas» pero no rotundas. Por ello, de momento es preferible hacer valer el principio de precaución.
Y en el tema que nos ocupa, que no es otro que la seguridad en los vehículos, ya sean de servicio público como privados, vamos a realizar un repaso de las principales medidas de seguridad que debemos tomar para hacer de los habitáculos espacios seguros contra el COVID.
La principal medida de prevención es la utilización de mascarillas homologadas. Estas no son necesarias si conducimos solos o con personas que son convivientes. En caso contrario, y en vehículos de hasta nueve plazas, sólo pueden ir dos personas por fila y manteniendo la máxima distancia posible entre ellas.
Las sanciones por incumplimiento pueden llegar hasta los 100 euros.
Las excepciones que permiten no llevar la mascarilla contemplan a las personas con problemas respiratorios, con otros problemas de salud debidamente justificados o en situación de discapacidad o dependencia que podría presentar alteraciones de conducta significativas.
Dicho esto, no está de más proceder a la desinfección de diferentes partes del vehículo, cada vez que se haga uso del mismo, ya que toses, estornudos y otras acciones, pueden depositar, presumiblemente, partículas con carga viral dentro del habitáculo.
Las piezas a las que hay que prestar más atención son los tiradores de las puertas, el volante, la palanca de cambios y, por supuesto, el cinturón de seguridad. En definitiva, todas aquellas superficies susceptibles de ser tocadas. La limpieza debe realizarse preferiblemente con guantes desechables y bayetas de un solo uso.