A estas alturas, todos deberíamos saber que ponerse al volante tras ingerir alcohol es peligroso para nosotros y para el resto de los usuarios.
Las sanciones, así lo confirman. Superar la tasa de 0.25mg/l en aire espirado supone una multa de 500 euros y 4 puntos menos en el carné de conducir. Si la tasa supera los 0,50 son 6 puntos menos y 1.000 euros de sanción. A partir del 0,60 nos enfrentamos a un delito penal con una condena de entre tres y seis meses de prisión. Por otro lado, los conductores profesionales y los que tienen menos de dos años de carné, no pueden supera la tasa de 0,15 mg/l en aire espirado.
Además, negarse a hacer las pruebas de detección de alcohol o de la presencia de drogas en el organismo supone una infracción de 6 puntos que se pierden en el carné de conducir.
Tras a cruda realidad, los bulos. Desde siempre han circulado supuestos trucos que evitan que demos positivo. Antes de repasarlos, te advertimos que ninguno de ellos funciona.
Esperar entre una y dos horas antes de conducir
Funcionaría se la espera se alarga entre cinco o seis horas, porque es el tiempo medio en que el organismo elimina las drogas o alcohol ingeridos por nuestro cuerpo. Pero menos de ese tiempo, daría positivo.
Ingerir granos de café
Un truco que funcionaba con los primeros alcoholímetros pero que hoy en día es totalmente inútil.
Beber agua
Está muy bien para hidratarte, pero nada más.
Sudar o hacer deporte
Otro truco que tampoco funciona. Puede producir pérdida de agua en nuestro cuerpo, pero no afecta al aire aspirado ni a la saliva.
Comer limones
Estimula la producción de saliva y nos puede hacer pasar un mal rato, pero peor es la sanción que nos caerá ya que no enmascara nada.
Las bebidas energéticas
Es muy peligroso. Su ingesta puede provocar una suma de efectos