Hace unos días que han anunciado que este julio ha sido el mes más caluroso de la historia, desde que hay registros. Y parece que el aumento de la temperatura ha llegado para quedarse. Cada año, según las previsiones, irá a más con las consecuencias negativas que está situación tiene para personas, animales y cosas.
En nuestro país, sin ir más lejos, ha habido días en los que se han sobrepasado los 45 grados de temperatura en algunos puntos de la geografía. Una situación que supone un riesgo importante para nuestra salud.
Y claro, si hace calor en las casas y hace calor en la calle, consecuentemente hace calor en los coches, lo que afecta a los ocupantes pero también a su rendimiento, con mayor desgaste especialmente en los frenos y los neumáticos.
Lo más importante es intentar resguardecer nuestro coche en espacios cerrados, como un garaje, especialmente en las horas de más calor. Lamentablemente es algo que no siempre es posible por lo que una alternativa (no tan efectiva, claro) será usar un parasol. Si también lo utilizamos en la luneta trasera, conseguiremos reducir un poco más el calor. Cortinillas y una funda para el volante, son otras opciones a tener en cuenta.
Otra posibilidad es utilizar una funda integral exterior. En este caso, hasta podremos bajar un poco las ventanillas.
Y no olvidemos nunca la búsqueda de sombras para aparcar. Claro que, si lo hacemos debajo de árboles, corremos el peligro de ser el objetivo de las heces de los pájaros que los habiten.
Pero no todo está perdido. En las redes sociales se ha compartido estos días un truco japonés para bajar la temperatura del coche rápidamente. Consiste en bajar la ventanilla del copiloto y abrir y cerrar rápidamente la puerta del piloto un total de cinco veces. De esta manera, expulsaremos del vehículo el aire caliente, consiguiendo reducir de manera notable la temperatura.