Parece que ya hemos dejado definitivamente atrás el buen tiempo. El calor y los días largos han dado paso a la lluvia, los primeros fríos y los días más cortos. ¡Bienvenido otoño! Y como no, si te preocupas por tu coche, es momento de atender a una serie de aspectos que, al tiempo que alargarán su vida útil y preservarán sus prestaciones, te evitarán más de un disgusto en el peor de los momentos.
Batería
Con la llegada de los fríos, especialmente si tu coche duerme en la calle, es posible que le cueste más arrancar y que te deje tirado cuando más lo necesites. No te olvides de revisar su estado.
Limpiaparabrisas
Después de todo un verano sin usarlos, y del castigo que les infringe el calor del sol, seguro que no están en las mejores condiciones para hacer su función. En caso de que sea así, cámbialos lo antes posible por otros nuevos. La visibilidad correcta es fundamental para tu seguridad al volante.
Neumáticos
Con el asfalto seco y el calor, puede dar la sensación de que están en buen estado. Nunca está de más que revises el dibujo y el estado de la goma. El frío y la humedad posiblemente de darán otra sensación y sacar a relucir todos sus defectos.
Alumbrado
El que oscurezca a media tarde no sólo es malo para nuestro estado de ánimo. Asegúrate de que tienes una buena visibilidad chequeando todas las luces de tu vehículo.
Aire acondicionado
Está claro que no lo vas a usar para enfriar, pero recuerda que el aire seco absorbe la humedad y elimina el vaho que se forma en el parabrisas.
… Y cuida donde aparcas. La caída de hojas en otoño puede hacer que éstas se acumulen en algunos rincones de tu coche, lo que unido a la humedad puede favorecer la aparición de óxido.