En estos días hemos visto llover como hace tiempo que no ocurría en diferentes puntos de nuestro país, especialmente en la zona mediterránea y el sur. Las trombas caídas producen riadas que, en cuestión de segundos, son capaces de arrastrar coches, con resultados que pueden ser fatales para sus ocupantes.
Lo cierto es que nadie está libre de sufrir un accidente de este tipo por lo que vamos a repasar una serie de medidas que podrían salvarnos la vida. Ten en cuenta que un coche tarda, aproximadamente, un minuto en hundirse. En primer lugar, y aunque no te lo creas, lo mejor es no quitarse el cinturón hasta el momento justo en el que vayas a hacer el movimiento de evacuación. ¿La razón? La fuerza del agua entrando en el habitáculo te puede desplazar u desorientar, alejándote de la que debería ser tu vía de escape.
Por otro lado, hay que intentar mantener la calma (por lo menos intentarlo) y perder el menor tiempo posible. Por tanto, lo mejor es tratar de salir por la puerta antes de que la presión impida su apertura. En caso de que no sea posible, habrá que intentar salir por las ventanas. Pero romper los cristales es muy difícil. El parabrisas, casi imposible. El mejor sitio para intentar romper las ventanillas es el centro, pero hay que hacerlo antes de que el coche se llene de agua, porque luego es difícil hacer fuerza.
En el caso de que sean varias las personas que se encuentren dentro del habitáculo, hay que coordinarse antes de hacer ningún intento de escapada, con el fin de que todas se puedan salvar.
Una vez que hayamos escapado, debemos nadar para alejarnos lo más posible del vehículo. En el caso de encontrarnos desorientados, lo mejor es seguir las burbujas de aire, que nos guiarán directamente hasta la superficie.