El precio del combustible sigue por las nubes. Y de momento se mantiene ahí arriba, a la espera de lo que pueda pasar tras las vacaciones de verano. Lamentablemente esta situación no es algo nuevo sino que se arrastra desde hace años.
Con esta realidad, es más necesario más que nunca poner en práctica cuando estamos delante del volante medidas para ahorrar en el combustible. Vamos a repasar los bulos, que también los hay, sobre lo que hay que reducir el consumo mientras conducimos.
Ventanillas bajadas
Si vamos por autopista, es mejor conectar el aire acondicionado porque a partir de los 80 kilómetros por hora, aumenta el gasto de combustible al influir en la aerodinámica de nuestro vehículo. Por debajo de esa velocidad, la diferencia de gasto es apenas perceptible.
Aditivos mágicos
¿Un aditivo que ahorra combustible? Lo único comprobado es que los inyectores deben estar limpios. Lo demás, posiblemente son cuentos.
Utilizar el combustible premium
Los combustibles de mayor octanaje no garantizan un menor consumo. Es cierto que llevan más aditivos, pero nada más. Es incluso posible que el motor de tu vehículo esté preparado para rendir más con gasolina 95 o diésel e+.
Circular siempre a la misma velocidad
Es algo que funciona en llano y en cuestas abajo. Pero si tienes que superar una pendiente que asciende lo óptimo es adaptarte con el acelerador y los cambios de marcha a las circunstancias de la carretera.
Pero vamos con las buenas noticias, las medidas que podemos tomar para contener el consumo. Y lo mejor, es que son muy fáciles de llevas acabo: llevar una correcta presión en los neumáticos, conducir con marchas largas y no con demasiado peso el coche. Y pos supuesto, no pisar demasiado el acelerador