Todo propietario de un vehículo tiene la obligación de mantenerlo en buen estado, tanto por su seguridad como por la del resto de usuarios de las vías.
La ITV es un instrumento que nos ayuda a mantenerlo en condiciones óptimas para la circulación pero hay una serie de elementos que sufren un desgaste por el uso y que es conveniente cambiarlos cada poco tiempo. No hacerlo compromete la seguridad y puede acarrearnos importantes multas.
Entre estos elementos destacan los neumáticos, la única pieza que mantiene el contacto entre el vehículo y el suelo.
Con la llegada del frío y las lluvias, es importante comprobar su estado. Según datos ofrecidos por la DGT, por nuestras carreteras circulan más de un millón de vehículos que tienen defectos calificados como graves en sus llantas, que pueden ser la causa de aproximadamente el 30% de los accidentes que se producen en esta época del año.
El principal problema suele estar en el desgaste del dibujo, que legalmente no puede ser inferior a 1,6 mm. También suelen presentarse desgastes irregulares debido a un mal equilibrado. Deformaciones o ampollas son ya problemas de nota.
Por cierto, para saber si el desgaste del neumático está por debajo de lo legal hay un truco muy sencillo que la Guardia Civil compartió en sus redes sociales: basta con colocar una moneda de 1 euro en la ranura. Si se ve la parte dorada, hay que cambiar el neumático.
El coste aproximado del cambio de los cuatro neumáticos más el equilibrado, dependiendo de las marcas y tipos, ronda los 500 euros. Por su parte, la sanción de la DGT por llevarlos en mal estado es de 200 euros por cada uno. En el caso de que todos estuvieran dañados, la multa ascendería a 800 euros.
Aunque la banda de rodadura no esté desgastada, se recomienda como mínimo cambiar los neumáticos cada 4 o 6 años porque el caucho se endurece y pierde sus propiedades de elasticidad y adherencia a la carretera.